… Los ojos extasiados de un brillo distante ¿es orilla?, se mueven los vientos y las naves se dirigen intuitivamente al brillo que anuncia un reencuentro después del naufragio.
— La isla de los tres espíritus.
Tres individuos que en su búsqueda y desarrollo creativo, náufragos de las periferias de esta vasta frecuencia llamada imagen, energía sumamente antigua y poderosa, pilar del mundo actual utilizado como medio de control, disipación de ideas y conceptos para grandes masas, por su capacidad de forjar la realidad de al menos una dimensión (la visual) por medio de técnicas, prácticas y/o métodos para percibir la experiencia humana.
En este territorio, estos individuos habitan las fronteras de los cánones establecidos de estética y producción visual, impulsados por el mero disfrute de crear, compartir y dar espacio al delirio que es usar la imagen para la realización (o no) de ideas.
Allí, al encontrarnos sedientos de experimentar y darle libre desarrollo a nuestros proyectos, nos complementamos para amplificar el desarrollo de las ideas colectivas.
Si, en la precariedad que las islas suponen; un vasto espacio liberador donde compartir con más entes que transitan y proponen de maneras semejantes, donde la percepción de la realidad se transforma en una nueva al existir con el otro.
Este es el tesoro/valor de isla, más que un espacio/tiempo físico, un hacer/habitar que no niega la entrada y tampoco retiene a nadie, un cúmulo de tierra distante, una mancha en el horizonte que inspira, renueva, que simplemente amplía la relación humana con la imagen, una práctica para alimentar el alma sin pretensión (simplemente transitar la imagen).
Las corrientes traen y llevan señales/códigos los cuales en la práctica son recodificados y retransmitidos para marchar hacia la eternidad cósmica de la imagen, una isla/antena (mecanismo) para transmisión de información más sensorial que conceptual.
Esta precariedad del recurso en otra medida es la total libertad en la manipulación de información, técnicas/formatos. para compartir narrativas, ideologías y desarrollos estéticos; que invitan a un reencuentro con la mirada interna; una práctica para habitar y perpetuar la memoria.